Nancy Márquez Estrada
Grupo: 9022
ENSAYO SOBRE TEORIAS
POBLACIONALES
INTRODUCCION:
¿Para qué nos sirven las
teorías poblacionales?
Las teorías
poblacionales pretenden explicar los patrones del crecimiento de
la población en diversos países del mundo dando cuenta de la estructura y la
dinámica de la población y estableciendo leyes o principios que regirían esos
fenómenos. Una teoría demográfica explicaría los cambios y acontecimientos de
las poblaciones humanas, de su dimensión, estructura, evolución y
características generales, tanto desde un punto de vista cuantitativo,
estadístico, como cualitavo biológico, sociológico, cultural y económico.
DESARROLLO:
Teoría de Smith:
Adam Smith (1723 de 1790) fue un economista y filósofo escocés, uno de
los mayores exponentes de la economía clásica.
En el año
de 1789 escribió un artículo en el que plantea, con base en la tecnología
industrial y el cambio a un comercio internacional, que el crecimiento
económico seria un crecimiento “sin límites”, considerando que Inglaterra era
la potencia mundial, el mundo estaba escasamente poblado y con recursos
naturales inagotables en esa época, ya que la materia prima les llegaba de las
colonias que poseían. Sin embargo no considero en su teoría económica dos
factores que podrían detener el crecimiento económico: uno que la población
tiene un crecimiento exponencial y dos, que los recursos pueden llegar a
agotarse si no son manejados adecuadamente.
Teoría de Malthus
En 1978 Thomas Robert
Malthus publica su “Ensayo sobre el principio de la población”. En él establece
que la población tiene un crecimiento exponencial (una cantidad aumenta por
duplicación: 1,2,4,8,16,...), mientras que los alimentos tienen un crecimiento
lineal (1,2,3,4,5...), lo que ocasionaría que los recursos alimenticios se
volvieran insuficientes para la población, y que la situación económica se
agudizaría a tal punto que los salarios se encontrarían por debajo del nivel de
subsistencia.
Malthus propone que una
manera de evitar esa situación era el control del crecimiento poblacional,
incidiendo directamente en la natalidad. Para ello proponía matrimonios tardíos
y la abstinencia del matrimonio. Consciente de lo impráctico de su
propuesta, consideró que
las limitaciones naturales, a las que llamó positivas – hambre, peste,
enfermedades- y la guerra, ayudarían
a controlar el crecimiento al mantenerse una alta tasa de mortalidad. Debido al
planteamiento de que las familias numerosas serían las causantes del
desequilibrio alimenticio, se generaron dos corrientes antimalthusianas: la
religiosa, basada en la oposición al control de la natalidad, y la marxista.
Teoría de Marx
Carlos Marx se opuso a la
teoría malthusiana, no por estar en desacuerdo con los principios básicos de la
relación recursos/población, sino que Marx establecía que la miseria proviene
de la persistencia del régimen de producción privada y no del número de hijos
que tenga cada familia, esto
es, en época de la Revolución Industrial, al igual que ahora, la familia de la
clase social más desamparada tenía más hijos que los ricos, y Marx no compartía
la opinión de “acusar” a los pobres de acabar con los recursos, sino que
consideraba que los dueños de esos recursos al querer mantenerse ricos, no
cuidaban la persistencia del recurso.
En cuanto a la
preocupación de Marx y Federico Engels por el medio ambiente, quedó establecido
en varios de sus escritos, donde puntualizan la manera en que el crecimiento de
la industria acaba con la naturaleza, y proponen en El Capital la posibilidad de reciclaje de las
materias primas con el objeto de disminuir los desperdicios y con ello el daño
al medio ambiente.
Teoría de Ricardo
David Ricardo establece en
su teoría económica la Ley de los Rendimientos Decrecientes, señala que al
aumentar la cantidad de capital o trabajo (factor variable) aplicadas a la
tierra (factor fijo), el incremento en la producción de cereal (producción
total) eventualmente disminuiría. Ricardo
considera el carácter limitado de los recursos (por ejemplo la tierra), por
tanto, si queremos obtener una mayor producción (maíz), será necesario un mayor
aporte de insumos (semilla y fertilizante) con lo cual la inversión aumenta,
disminuyendo así las ganancias. Conforme pasa el tiempo, la tierra va perdiendo
sus nutrimentos y con ello, necesitando más aporte de fertilizante, si se desea
mantener la misma producción.
Para Ricardo, este
comportamiento conduciría a largo plazo a una reducción progresiva de los
salarios, y la única solución la veía en la reducción de la población. Proponía
que a la clase trabajadora se le creara la necesidad de consumo (comodidades y
diversiones) y debía de estimularse en sus esfuerzos de adquirirlos, de tal
manera que ella misma tendiera a disminuir el tamaño de la familia. Abogó en
contra de las leyes para pobres, imperantes en su época, las cuales consistían en que los
salarios situados por debajo del mínimo absoluto debían completarse de acuerdo
con el precio del pan y el número de allegados que tuviese cada familia,
propiciando que la familia no buscase ser pequeña, sino por el contrario ser
más para recibir más; también acusó al Parlamento de no regular los matrimonios
prematuros y faltos de previsión.
Transición demográfica
El concepto de transición
demográfica fue propuesto inicialmente por Frank Notestein (1953). El autor lo
explicaba afirmando que las sociedades agrícolas tradicionales necesitaban
altas tasas de fecundidad para compensar las altas tasas de mortalidad; que la
urbanización, la educación y los cambios económicos y sociales concomitantes
causaron una disminución de las tasas de defunción, en particular las tasas de
mortalidad de menores de un año; y que las tasas de fecundidad comenzaron a
declinar a medida que los hijos pasaron a ser más costosos y menos valiosos en
términos económicos.
Pero ese esquema no se
repite exactamente igual en todos los países. La velocidad de los cambios
difiere de un país a otro, provocando grandes disparidades con importantes
repercusiones en la distribución de las rentas. En los países europeos, los
avances en la medicina se han introducido paulatinamente durante los últimos
doscientos cincuenta años. Los cambios culturales y mentales evolucionaron de
forma paralela, permitiendo un descenso acompasado de la tasa de natalidad. En
consecuencia, aunque la tasa de crecimiento de la población ha sido alta en
Europa durante mucho tiempo, nunca ha alcanzado las características explosivas
típicas de los actuales países subdesarrollados
Tomando como base la
teoría de Notestein, los demógrafos actuales estudiaron las tendencias
poblacionales de los países que se industrializaron durante el siglo XIX y
desarrollaron una hipótesis de cambio poblacional, en la cual las tasas de
natalidad y mortalidad tenderán a disminuir hasta alcanzar un crecimiento
poblacional cero. Esta hipótesis está compuesta por cuatro fases: etapa
preindustrial, etapa de transición, etapa industrial y etapa post-industrial:
1. Etapa preindustrial. Las
condiciones de vida tan severa condujeron a una alta tasa de natalidad
(compensando la alta tasa de mortalidad infantil) y una alta tasa de
mortalidad, debida a la falta de alimento y servicios médicos, ocasionando un
crecimiento lento de la población.
2. Etapa de transición.
Inicia poco después de la industrialización. La tasa de mortalidad disminuye,
principalmente por el incremento en la producción de alimentos y mejoras en el
sector salud y de saneamiento. La tasa de natalidad permanece alta y la
población crece en un 2.5 a 3 por ciento anual.
3. Etapa industrial. La
tasa de natalidad se abate aproximándose
a los valores de mortalidad. Las causas de esta disminución son la cara
manutención de los hijos en la ciudad, las oportunidades de trabajo y de
educación que obtienen las mujeres. La mayoría de los países desarrollados se
encuentran en esta etapa.
4. Etapa post-industrial.
La tasa de natalidad se encuentra por debajo de la tasa de mortalidad, que
alcanza el crecimiento cero de la población y el tamaño de ésta disminuye
lentamente.
Algunos analistas
consideran que la disminución en la tasa de crecimiento en los países
desarrollados reducirá su crecimiento económico, al enfrentar una escasez de
trabajadores, para lo cual proponen una serie de incentivos económicos a las
parejas que tengan más de un hijo, como sucede en Austria y Suecia. Por otro lado, analistas que
están a favor del control demográfico reconocen que el crecimiento poblacional
no es la única causa del deterioro ambiental y de la pérdida de recursos, pero
considerando la tasa de crecimiento de los países subdesarrollados, se
intensificarán los problemas sociales y ambientales por el uso y desperdicio de
los recursos naturales.
Estudios realizados en
1991, sobre el uso de los recursos naturales, mostraron que los países
desarrollados (incluyendo a la ex-Unión Soviética) con 1 200 millones de
habitantes, poseían cerca del 80% de la riqueza del mundo y utilizaban el 80%
de los minerales y recursos energéticos de la Tierra, mientras que los países
subdesarrollados con 4 200 millones de habitantes utilizan el 20% restante de
los recursos energéticos.
CONCLUSION:
Lo más importante que
hemos visto y aprendido sobre la teorías poblacionales son aportaciones de gran
valor, aunque unas tienen mayor certeza que otras debemos comprender que
estas, aportaciones valiosas sobre la relación entre población y subsistencia
son aquéllas que pertenecen a un país en particular en una época cualquiera, a
alguna civilización, o una forma de sociedad.
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